Tras una intensa mañana de últimos preparativos para el combate de Peter contra Nicole, ambos comimos y nos dirigimos al gimnasio. Al llegar allí, un guardia hizo pasar a Peter y me paró en la puerta, diciendo que la líder no permitía a nadie presenciar los combates. Le dí ánimos a mi amigo y nos despedimos, viendo la puerta del gimnasio cerrarse entre ambos.
Cuando volvía al Centro Pokemon cabizbajo, recibí una llamada de mi padre preguntándome qué tal me iba todo y dónde estaba. Al mencionarle Ciudad Amapola, me recomendó encarecidamente dirigirme a la cueva Amapola, al norte de la ciudad, cruzando el río. Parece ser que él se alegra mucho de haber seguido ese camino en su día cuando era un joven entrenador.
Haciendo caso a los avisos paternos, me puse en marcha, con Trapinch sobre mi cabeza, hacia el norte. Tras una larga caminata y cruzar el río Amapola, llegué a una cueva bastante grande y bien iluminada. A pesar de no ser una cueva excavada, está llena de lámparas y señales para que la gente no se pierda, seguramente algún reclamo turístico. Cuando llegué al final de la cueva ya era de noche, pero pude ver una preciosa cala bajando la cuesta que había a la salida de la cueva. Ahora es muy tarde y esa zona, a diferencia de la cueva, está muy oscura. Así que acamparemos aquí resguardados y mañana exploraré todo el lugar.
PD: Peter, si me lees, espero que hayas tenido suerte contra la líder del gimnasio.
¡Sin problemas! Ya tengo mi tercera medalla. Muchas gracias a ti y a tus pokemon por ayudarme a prepararme para el combate. Me pareció un poco extraño no verte al salir del gimnasio. Ya verás que la lider es un poco extraña, pero nada fuera de lo normal. ¡Esa cueva tiene pinta de ser muy interesante! Infórmame de todos los nuevos pokemon que veas en ella eh. Un saludo
ResponderEliminarQué caña, tengo ganas de enfrentarme a ella, ¡¡¡los combates de gimnasio son tan emocionantes!!!
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