Hola a todos

Aprovechando el navegador portátil que me regalaron el día que empecé mi aventura, creé este espacio en el que iré relatando mi viaje. Así que sé bienvenido a sumergirte en estas entradas en las que contaré mi historia y mis encuentros con pokemon y entrenadores.

jueves, 8 de julio de 2010

Día 15: Lecciones y robos en Ciudad Margarita

Hoy me he levantado de un sobresalto cuando la líder Vanessa entró de repente en mi habitacion. Como habíamos quedado la tarde anterior, me dijo que quería aprovechar, así que fue a buscarme. Me vestí deprisa y corriendo y nos fuimos a la zona norte del paseo marítimo, pasando primero por el Centro Pokemon para recoger a los chicos. El paseo norte es el más pequeño de los tres que hay en la isla, pero también el más bonito, pues termina en una playa rocosa con un oleaje muy suave.

Cuando estuvimos allí, Vanessa liberó a sus cuatro pokemon y se sentó en una de las rocas. Yo la imité y llamé a Shellder en el agua y a Oddish y Trapinch junto a mí. Oddish salió corriendo a saltar entre las rocas y a llamar al Gyarados, que ahora fuera de combate no parecía darle nada de miedo. Me senté al lado de Vanessa y le hice la pregunta que me había estado carcomiendo toda la noche. Le pregunté cómo había conseguido criar tan bien a su Gyarados, que originariamente son tan agresivos, esperanzado en que eso me ayudase con Trapinch.

Vanessa y yo pasamos casi todo el día hablando de sus días viajando por el mundo, hace ya treinta años, de sus idas y venidas con su Magikarp y luego con Gyarados cuando evolucionó. Aunque al principio sí era algo agresivo, me dijo que cuando comprendió que con ella estaba a salvo, todo pasó. Dijo que para domar un pokemon agresivo tenía que demostrarle mi confianza y mi apoyo.

En ese momento, poco antes del atardecer, vimos a lo lejos, en Ciudad Margarita, una gran humareda y volvimos allí corriendo. Cuando llegamos, la agente Mara y el resto de la policía estaban calmando a la gente. Vanessa cruzó el cerco y se acercó, yo la seguí. Todo parecía ser obra de un ladrón enmascarado que había robado una Piedraeterna de una tienda especializada. La humareda la había producido con una bomba de humo al intentar escapar. Cuando Mara nos habló de que se habían producido muchos otros robos a pequeña escala en los últimos días en el archipiélago, me acordé del mensaje de ayer de Peter y se lo mencioné. El ladrón no había dicho su nombre, pero dijo algo como: "Esto ahora le pertenece al Equipo Caos".

Había sido un día muy emocionante y aunque me intrigaba saber quiénes eran ese Equipo Caos, quería continuar mi viaje, así que fui a recoger mis cosas acompañado de Vanessa y nos dirigimos al puerto este de Isla Margarita y cogí el ferry hacia Isla Lirio. Mi estancia será corta, iré al Centro Pokemon en cuanto llegue y descansaré para ir a primera hora a visitar la Estación de Abastecimiento. Mi padre me ha hablado muchas veces de ese lugar, parece ser que es el que cubre las necesidades energéticas de todo el archipiélago. Cuando termine la visita partiré en el ferry de por la noche. Mañana será un día más tranquilo que hoy, así que aprovecharé para pensar en lo que me ha dicho Vanessa.

3 comentarios:

  1. ¡Hola Sonel! Me alegra que los consejos de Vanessa te hayan sido de utilidad. Sobre la desaparición de las bayas que te comente... o el tal Equipo Caos está también en Ciudad Lirio o no lo entiendo, porque me han vuelto a desaparecer un par de bayas mas. ¡Qué extraño! Voy a llevar a todos mis pokemon conmigo a todas horas a ver si ellos ven algo que a mi se me escape. No me haría gracia que esos caraduras se aprovechasen de mí.
    ¡Mucha suerte!

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  2. Deben de ser un grupo numeroso para estar robando en todas las islas a la vez. Si me entero de algo te lo haré saber.
    ¡Ánimo!

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  3. ¡Sonel! ¡Buenas noticias! No era el Equipo Caos el que estaba robando mis bayas ¡Era un Pichu! Estaba paseando cuando de repente Larvitar emitió un gruñido y se escondió tras mi pierna. Me di la vuelta rápidamente y Growlithe comenzó a correr, así que decidí segirlo. Cuando nos habiamos adentrado en un par de callejones Growlithe se detuvo. Detrás de un par de cubos de basura había un pekeño Pichu comiéndose una de mis bayan Monli. Debe haber salido de la central de energía de Ciudad Lirio, pero la verdad es que es muy simpático. Ha decidido seguirme y se ve que le encanta mi bufanda roja. Le encanta enrollarse en ella y colocarse sobre mi cabeza. Me encantaría que lo conocieses, es super mono y ya se ha ganado a todos mis pokemon. ¡Incluso ha conseguido que el tímido Larvitar juegue con él!

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